
Edgar Peña Guzmán
En los 90 me invitaron al taller en torno como preparador de barro y comencé a entrar y conocer materiales. Luego ver el movimiento del modelado en torno me entusiasmo y al mencionarme que era bien pagado y yo con la presión de que ya me iba a convertir en papá a mis escasos 18 años; con ansías de generar dinero me motivé aún más. Sin oportunidades de enseñanza, sin nadie que me apoyara. Es triste recordar que pedí ayuda para aprender y nadie me ayudó.
Mi mayor reto estar arriba del torno y no encontraba que hacer. Lo que me llevó 3 años y sin lograr ningún producto aún con una práctica constante y haciendo sacrificios extremos como separarme de mi familia todo por el enorme deseo de aprender. La verdad ya estaba desistiendo.
En el 94, de repente: ¡¡¡La primera pieza!!!, cuando esto sucede un cliente se enamoró de mi pieza y pidió 500 piezas exactamente a la muestra + 350 en una medida modificada. Ese fue mi primer pedido y en aquel momento sentí que coronaba mi carrera, representó para mí la emoción más grande que pude experimentar. Pues lo había logrado solo.
Hacer demostraciones en eventos, ante multitud de personas admirando mi trabajo y calurosos aplausos, las vivencias cercanas con la gente me hace sentir un artesano completamente exitoso.
En todo el camino recorrido he tenido valiosas oportunidades de enseñar a través de diferentes consultorías de los proyectos que MOJE ejecuta. Trabajé también capacitaciones en el interior del país para beneficiarios del Proyecto FOMILENIO,
En el 2006, con muchas limitantes como no saber leer entré a trabajar la producción de todos los diseños de MOJE, que considero es dónde he ganado mayor experiencia y aprendizaje, me han brindado oportunidades de capacitación.
En MOJE, me mandaron a la escuela a la cual llegué y no encontré cupo. Durante meses me quedé estudiando de pie y sin mayor participación; pero con la necesidad de aprender me quedé ahí. Me sentía ciego aún con buenos ojos. Deseaba tanto aprender que sentí que el tiempo pasó muy rápido.
Junto a MOJE hemos logrado interesantes proyectos de trabajar para diseñadores y clientes, me han sacado del taller para participar en programas de televisión, ferias y pasantías a nivel local y regional, me han generado grandes logros, mayor prestigio, credibilidad y a la vez la difusión del valor que merece el trabajo artesanal.
Con nuestra proyección social hemos recibido en nuestra casa a muchísimos estudiantes de diferentes universidades del país quienes han vivido su primer acercamiento en la práctica real de transformar el barro. Dios me ha brindado esa cualidad de saber enseñar con paciencia y mucha dedicación. No he tenido escuela de aprendizaje en el arte; pero he recibido la sabiduría necesaria para apoyar con mi conocimiento a quien lo necesite.
Con el paso del tiempo he descubierto que mi talento en el arte lo traigo en la sangre; cuando al principio creía que un albañil iba ser. Nací y crecí con una familia y en una casa muy humilde Mi sueño era construir mi propia casa. ¿Quién lo diría?, pero con puro trabajo duro en el torno he logrado construir mi casita para vivir dignamente, como recompensa de mi trabajo y la bendición de Dios; ya gozo de ella.
Llevo 15 años laborando en MOJE, gozando de gran aceptación, en un ambiente tranquilo y agradable que me genera la concentración y los ánimos que necesito para trabajar y sobrevivir.
Considero que viene un futuro exitoso, con experiencia y capacidad para atender la demanda a través de los valores de la responsabilidad y fidelidad al cliente entregándoles mi tiempo, dedicación y el esfuerzo físico que lleva trabajar cada pieza.